Hoy
os traigo mi segunda lectura de la autora, que también me ha gustado, aunque con la que he tenido las mismas
sensaciones que con la primera, y empiezo a pensar que serán una constante en
mis lecturas de Megan.
Los príncipes azules también destiñen
Mi propia sinopsis
Sam
y Kate son la pareja perfecta, se conocieron en la adolescencia y desde
entonces no se han separado. Crecieron juntos, se casaron, se fueron a vivir a
Nueva York, montaron un bufete de abogados que marchaba viento en popa, y
tuvieron dos hijas.
No
sólo ellos son perfectos sino su vida en general. Tienen una familia
maravillosa compuesta por sus dos hijas Ollie y Cat; por Michael, el hermano de
Sam; Terry, la hermana de Kate; y Serena la madre de Kate y suegra de Sam. Pero
todo no puede ser tan perfecto ¿verdad?
Después
de 20 años de amor idílico e incondicional una traición dará al traste con
todo. Algo increíble que nadie se espera y que hará que los protagonistas de
esta historia se den cuenta de que los príncipes azules también destiñen pero…¿es
que acaso las princesas no lo hacen también?
Opinión
Como
os decía antes, este es el segundo libro que me leo de Megan y me ha pasado
exactamente lo mismo que con el primero. Empiezo a leerlos y los veo muy muy
simples en cuanto a argumento y estilo narrativo, como muy facilitos. Se me
hace una lectura cursi, totalmente edulcorada, irreal y no me creo nada de los
que Megan me cuenta. No creo en esas relaciones perfectas protagonizadas por
personajes que siempre son guapísimos, buenísimas personas y con buenos puestos
de trabajo PERO (y lo pongo con mayúsculas, en negrita y subrayado), no sé qué narices tiene “la Maxwell” que más a o menos a mitad de
lectura me acabo descubriendo totalmente enganchada a la historia. ¿Qué me pasa entonces? No hay quien me entienda.
He
analizado esto después de ver que me ha pasado en los dos libros de Megan y he
llegado a una conclusión que creo que es acertada. En ambos libros, después de
una presentación de los personajes, situación etc, sucede algún embrollo que
hace que las parejas principales se rompan y en esa fase de reconquista
empiezan los líos. Y es que los libros de esta autora aparecen catalogados en
muchos géneros, “chick-lit”, “novela romática”,“comedia” etc. Bien, pues yo
ante todo y sobre todo los catalogaría como “comedia de enredo” y eso justo lo
que me hace volverme adicta a la lectura.
Me
he dado cuenta de que cuando empieza el tira y afloja de los protagonistas, cuando
buscan situaciones para dar celos al otro, hay malentendidos etc, es cuando el
libro adquiere interés para mi y me hace disfrutar de lo lindo. Por eso creo
que los libros de Megan siempre me gustarán, porque aunque sean lecturas sencillas
llenas de amores pastelosos y cursis muy lejanos a la realidad, ante todo te divierten
y te hacen pasar muy buenos ratos. Megan es experta en crear ese tipo de
situaciones y para mi ahí está justo su punto fuerte.
En
ese sentido la novela está cargada de tensión sexual, de diálogos hilarantes y
situaciones totalmente surrealistas pero muy divertidas. Estamos ante un
tipo de literatura en la que sabes de
sobra como va a acabar la historia desde la primera página pero en la que el
final no es lo importante. Lo importante es cómo se llega a ese final y todo lo
que los protagonistas han de pasar para conseguir llegar a buen puerto, y es ahí
donde el lector disfruta ante la desbordante imaginación de la escritora.
Para
que me entendáis mejor, para mi leer a Megan Maxwell es como ver la típica
comedia romántica en el cine, que sabes en todo momento como acabará pero que
te hace reír muchísimo. De hecho no tengo ni idea si los libros de Megan han
sido llevados al cine, pero desde luego si no es así no sé a qué esperan los
productores y directores de cine para
hacerlo porque con los actores adecuados creo que serían un éxito asegurado.
En
“los príncipes azules también destiñen” nos encontramos además con una serie de
personajes totalmente distintos entre sí pero muy entrañables y a los que es
difícil no cogerles cariño desde el principio. Además de la historia de amor principal
entre Sam y Kate, hay otra paralela que a mi me ha gustado incluso más que la
de los protagonistas, porque me he identificado más con ella. Tampoco os perdáis
a las hijas de Sam, Ollie es una brujilla casamentera muy divertida y las
preguntas constantes e inoportunas de Sasha, una niña de tan solo 3 años, os
harán reír en más de una ocasión.
Lo
dicho, una lectura amena, divertida, cómica y romántica sin más pretensión que
divertir al lector durante un buen rato.
Besos
"Las ranas también se enamoran"
"Deseo concedido"